GRANIZO

 

EN

 

BUENOS AIRES

 

Autor: Gustavo Costas


 

GRANIZO EN BUENOS AIRES

 

Teatro

 

 

RELATOR  Damas y caballeros, para contarles esta historia es importante contar con la imaginación de todos ustedes. La época y las circunstancias son por todos conocidas. Hubo un día en Buenos Aires en que pareció venirse el cielo abajo con un granizo que hizo mucho daño. El lugar, puede ser un galpón o un taller abandonado. Debe contar en este rincón con una heladera de las que le colocás una ficha para que salga una gaseosa. Allá atrás hay unas cajas o cajones vacíos. Más acá hay un baño relativamente limpio y un poco más al medio una cocinita chica pero que funciona. La entrada es a la derecha y tiene unos parantes que dan la sensación que si se sacan se cae toda la entrada. Se oye el repiqueteo de las piedras al caer sobre el techo de  chapa. Entonces se escucha el ruido del motor de un automóvil, una frenada y entonces FELISA entra a escena.

 

FELISA       Que bárbaro parece que es el fin del mundo. Hola. Hay alguien aquí. Que lugar jodido este. Bueno por lo menos sirve para refugiarme.

 

Mira hacia todos lados. Avanza dos pasos y vuelve a mirar. Explora con la vista la distribución de ese galpón. Se escucha otro ruido de automóvil y hace su entrada VICTORIA.

 

VICTORIA Hola. Hay alguien aquí.

FELISA       Si. Yo. Pasá.

VICTORIA ¿Vos sos la dueña?

FELISA       No. Nada que ver. Yo también soy un refugiado como vos.

VICTORIA ¿Qué es esto? ¿Un galpón? ¿Un taller?

FELISA       Creo que un galpón. Que más o menos reúne lo mínimo para sobrevivir. Allá veo un baño para las necesidades mínimas pero no sale agua en el lavatorio, por aquel lado hay una heladera con bebidas. No llueve adentro, no hace frío, creo que es el lugar ideal.

 

Se escucha otro sonido de automóvil y hace su entrada JANETTE. Tiene la cabeza mojada como si le hubieran tirado un baldazo de agua. Entra como enojada con la vida.

 

JANETTE   Que barbaridad. Yo recién salía de la peluquería y miren como quedé.

FELISA       Claro. Con esta lluvia… pero ¿acaso no venias en auto?

JANETTE   Si. Pero es un convertible. Igual me mojé.

VICTORIA  Un convertible. Esos son de los autos caros.

JANETTE   Si. Lo pagué una fortuna. Como la peluquería. Me gasté una fortuna en el corte y el peinado para quedar así. Que mala suerte. Justo en la primera salida con mi novio.

VICTORIA           con tu novio. ¿Cuántos años tiene?

JANETTE   10.

VICTORIA ¿10 años de edad?

JANETTE   No 10 años menos.

 

Hubo un silencio. Los tres se miraron. Luego FELISA  volvió a repetir

 

FELISA       Es el lugar ideal. No llueve. Hay un baño y por allá hay una heladera con bebidas.

JANETTE   me voy a comunicar con MI NOVIO, me debe estar esperando.

 

Saca una celular grande. Demasiado grande para los que se usan en estos momentos. Pero es de los que tienen agenda, computadora. Mp3. juegos en red. Grabadora. Microondas. Y además cuando se marca un número del otro lado te dicen: hola.

 

FELISA       No, ya probé con el mió y no funciona. Creo que con la tormenta dejaron de funcionar las antenas.

JANETTE   Es cierto. No anda.

 

Ingresa entonces en escena JUAN. No se escucha ningún ruido de automóvil. Da un solo paso dentro del galpón y se queda mirando. Da la impresión de que las inclemencias del tiempo se han ensañado con él. Lo invitan a pasar pero él solo da un paso más y se queda en uno de los rincones observando para todos lados.

 

JUAN Permiso. No quiero incomodar pero con este tiempo necesito donde refugiarme.

VICTORIA           Adelante. No nos incomodás. Esto es lo suficiente amplio para todos.

 

También sin escucharse ruido a automóvil hace su aparición ANIBAL. Viste de un blanco inmaculado pese a la lluvia.

 

ANIBAL      ¿Puedo pasar?

VICTORIA Por supuesto. Somos amplios. Nadie nos incomoda.

FELISA       Estás impecable. No se escuchó tu automóvil.

ANIBAL      Cuando los motores son buenos. No tienen por que hacer ruido. Cuando se desató la tormenta yo tuve suerte y no me mojé nada.

 

 

Teatro 2

 

Ya llevan varias horas dentro de este galpón. Varias horas que significa el final de un día y el comienzo de otro. Los personajes ya se han familiarizado entre si y tratan de encontrar los métodos de supervivencia.

 

FELISA       menos mal que cuando hice el curso de administración de empresas y liderazgo de grupos, entre otras cosas aprendí los métodos que nos pueden servir para sobrevivir en este trance.

JANETTE   ¿Cuando parará esta tormenta hace mil años que estamos acá?

VICTORIA Qué bueno que tengamos a A aquí para que nos solucione la mayoría de nuestros problemas.

FELISA       He hecho un análisis de la situación y llegué a la conclusión que nuestro principal problema es la hidratación y por consecuencia la eliminación de los desechos. Ya he hecho un esquema para la utilización del baño que hay aquí en el fondo. Nos toca una hora para cada uno durante la mañana y otra hora más para cada uno por la tarde. Si durante el transcurso de su hora no tienen necesidad de usar el baño, recién lo podrán hacer en horas de la tarde.

JUAN Me parece un poco rígido el esquema pero vamos a probar. Tal vez resulte.

JANETTE   No es justo nosotras necesitamos más del baño que ustedes. Al dar la misma cantidad de horas para todos nos están discriminando.

FELISA       Bueno en todo caso. Lo ponemos en práctica y después lo vamos modificando sobre la marcha.

JANETTE   Bien. ¿Y en cuanto a la bebida?

FELISA       Fácil. Por aquí atrás hay una heladera con bebidas. He leído que  podemos estar varios días sin comer pero que la preocupación critica de un sobreviviente debe ser la bebida. Tenemos también algunas golosinas.

VICTORIA Pero que bien. Da gusto cuando se escucha a una persona tan leída. Tuvimos la suerte de contar con él en estas circunstancias tan dramática.

JANETTE   Pero hay un pequeño detalle. Si observan con detenimiento. La maquina no funciona con monedas sino con fichas. Todos tenemos dinero en monedas pero de que nos sirve si la maquina anda con fichas. ¿Quién nos va a vender fichas.

VICTORIA Es verdad. Tenemos las bebidas al alcance de nuestras manos pero moriremos de sed porque no hay lugar donde vendan fichas.

FELISA       Que barbaridad. Este es un incidente no previsto en el curso de supervivencia que hice. Nadie me dio clase sobre esto.

JUAN Permiso…

 

RELATOR Juan se abrió camino entre los reunidos y de un codazo rompió el vidrio delantero de la maquina. Tomó una de las latas de gaseosas. La abrió y bebió de ella largamente.

 

VICTORIA Pero qué animal. Como va a romper así la maquina sin respetar la propiedad privada.

JANETTE   Pero tan mal no lo veo. Yo tenía sed.

VICTORIA Pero no tenía que hacer semejante animalada. Seguro que a FELISA algo se le iba a ocurrir.

JUAN Sin embargo la veía a FELISA desorientada sin saber que hacer. A lo mejor ese curso que dice que hizo le enseña a sobrevivir entre los edificios y las corporaciones pero nada le dice de la supervivencia real de la jungla de la ciudad. Y finalmente me parece el método más práctico

 

ANIBAL los miraba a todos como si estuviera tomando nota de todo lo que decían.

 

 

Teatro 3

 

RELATOR Pasan varias horas y el ánimo de todos ya no es el mismo que al comienzo. JANETTE y VICTORIA hablan sin importarles que el resto los escuche

 

JANETTE   Te juro que me falta mi celular. Ese que tiene de todo y hasta incluso sirve para comunicarte por teléfono.

VICTORIA No puede ser. Quien lo va a robar si actualmente al no funcionar perdió todo su valor.

JANETTE   Es lo mismo… es por el solo hecho de robar. Son así. Forma parte de su naturaleza. No cambian ni aun en situaciones limites.

VICTORIA ¿A quien te referís? Tenés algún indicio de quien puede ser.

JANETTE   No. Pero yo estoy segura de quien fue. Son todos iguales. Son chorros de alma. Si hubiera robado un pedazo de comida tal vez lo entendería pero robarse un celular es el colmo. Seguro que está pensando en venderlo para comprar falopa. Yo los conozco.

VICTORIA ¿Pero a quien te referís?

JANETTE   A JUAN. No te das cuenta por el aspecto. Él es el chorro.

VICTORIA No se. No me parece. Aunque ahora que lo decís. Me parece que si.

 

En ese momento aparece ANIBAL con el celular en la mano. Se acerca desde el fondo donde parece haber estado escuchando toda la conversación.

 

ANIBAL      No hay caso. Lo revisé todo y no es la pila. El celular en si anda, lo que falla es la planta transmisora o la antena. Algo de eso. Tomá, te lo devuelvo.

VICTORIA Me parecía que JUAN no podía ser. Quien te va a robar el celular.

JANETTE   Sin embargo JUAN no me gusta en absoluto.

VICTORIA Pero… no se por qué. Si no te hizo nada.

JANETTE   No se. Creo que es su aspecto el que me molesta. Parece sucio y descuidado. No es como ANIBAL que está inmaculado aun en un día de lluvia.

VICTORIA Yo creo que son prejuicios tuyos. Que no tiene nada que ver.

JANETTE   Fijate. Controlalo. Vas a ver que siempre está al acecho como planeado algo malo.

VICTORIA Sigo insistiendo que son prejuicios tuyos.

 

Por otro lado JUAN y ANIBAL también dialogan.

 

JUAN ¿Qué te parece FELISA? mucho no me gusta. Se cree que es la dueña de este galpón. Cree que tiene derecho a opinar sobre todo.

ANIBAL      No me parece mal lo que está haciendo. Alguien tiene que ser ordenado. Alguien tiene que ser el líder natural.

JUAN Eso es precisamente: el líder natural. Ella se cree que porque ha hecho cursos, tiene el derecho a mandarnos.

ANIBAL      No te creas. Con el asunto de las bebidas, fuistes vos el que le dio una lesión de vida práctica.

 

RELATOR Por otro lado se han reunido FELISA y JANETTE mientras VICTORIA  se dirige al baño.

 

JANETTE   ¿a vos que te parece JUAN? A mi no me gusta nada. Victoria dice que son prejuicios míos, pero yo creo que es un tipo raro, sospechoso, no se, creo que hasta peligroso para el grupo. Fijate ANIBAL, es un tipo que inspira tranquilidad.

FELISA       Si… tranquilidad inspira pero no lo he visto hacer nada a favor del grupo. Yo soy la única que me tengo que preocupar por todos.

JANETTE   Bueno pero lo importante no es hacer cosas, sino no entorpecer a los que quieren hacer las cosas.

FELISA       Si. Es lo que yo digo. A veces me siento como cansada de tener la responsabilidad de pensar por todos. Pero a veces creo que el mundo no está preparado para vivir sin mí.

JANETTE   Es medio extraño lo que estás diciendo.

 

RELATOR Por otro lado se han juntado VICTORIA y ANIBAL.

 

VICTORIA La verdad es que estoy podrido de estar encerrado en este lugar no me banco más a nadie. ¿Cuando parará de granizar?

ANIBAL      Creo que pronto. No creo que sea necesario que pare totalmente el granizo, con que afloje un poco ya podremos salir cada uno para su destino.

VICTORIA En realidad también estoy podrido de cada uno de ustedes.

ANIBAL      Pero si parecía que te llevabas bien con todos.

VICTORIA En realidad. No. FELISA se cree la más importante, la que se las sabe todas. JANETTE solo se fija en lo que tiene ella y le falta a los demás. JUAN no me inspira confianza en absoluto…

ANIBAL      ¿Y yo?

VICTORIA En realidad me pareces un tipo honesto, bueno, que no te metés con nadie.

ANIBAL      Entonces no es cierto que estás podrida de todos nosotros. Somos cinco. Te descontás vos misma y a mi. Te quedan 3 de 5 que sería un 60 por ciento. Además es el encierro y el hacinamiento lo que te hace sentir incomodo con el resto de la gente. Creo que es normal lo que sentís.

VICTORIA Puede ser normal pero al que odio de verdad es a JUAN. no me gusta nada como es y como se comporta.

ANIBAL      ¿Qué te hizo?

VICTORIA A mi personalmente nada pero fijate que estos pocos días que estuvimos acá encerrados, faltó la poca comida que había en golosinas. Faltan casi todas las latas de gaseosas y las pocas que quedaron se calentaron porque alguien desenchufó la heladera.

ANIBAL      ¿y por qué sospechás que es D?

VICTORIA No se… su aspecto no me gusta nada.

ANIBAL      ¿Y por qué no puede ser otro? Por ejemplo yo.

VICTORIA No. ¿Cómo vas a ser vos? Tenés pinta de honrado.

ANIBAL      Y… ¿en que te basas que soy honrado?

VICTORIA Y… no se… en…

 

RELATOR De repente todo queda en silencio. Parece que se hubieran puesto de acuerdo las voces de las personas y el cielo.

 

 

Teatro 4

 

La granizada paró. La ciudad vuelve a la normalidad. Cerca de la puerta están JUAN y ANIBAL hablando entre si. Mientras, en el extremo más alejado a la puerta, se hallan todos los demás.

 

ANIBAL      Vamos aprovechemos a salir. A ver si se larga con todo otra vez.

JUAN Me acercás en tu auto hasta el centro.

ANIBAL      No tengo auto, ando a pata.

JUAN Pero creí que andabas en auto.

ANIBAL      Jamás dije que anduviera en auto.

JUAN ¿entonces por qué estás tan blanco e inmaculado?

ANIBAL      Porque me robé esta ropa de una tienda y me la cambié en el umbral de la puerta de entrada. La otra la tiré a la calle. Con está pinta tenia que ir a garcar a unos inversionistas pero justo se largó este granizo. ¿Y vos a que vas al centro.

JUAN Iba a uno de los edificios del centro. Arreglo calderas. Tiene que estar terminada antes que empiece el otoño.

ANIBAL      Vamos. Te acompaño.

JUAN ¿y los demás?

ANIBAL      Dejalos no valen la pena. ¿Querés una golosina?

 

Salen los dos y tras ellos alguien mueve una de las vigas que apuntalan la entrada. Hay un derrumbe que bloquea la salida y se hace una oscuridad total.

 

TELON

 

Diciembre de 2006